Al dirigir la mirada al cielo o a lo lejos, ¿qué se ve? Nubes, nubes y más nubes. En rpmedio, cada año el setenta por ciento del cielo de Europa Central permanece cubierto de nuebes. Nos insta a contemplarlas y a maravillarnos, hacen volar la imaginación. Sin imbargo, también pueden volverse tan amenazantes que pueden infundir temor. Los cielos con nubes han impresionado tanto a los artistas de todos los tiempos que dejaron inmortalizadas las emociones que les causaron en palabras, colores o notas musicales. Pero las nubes no solo dan lugar a un vasta riqueza de formas y composiciones artísticas, sino que su desarrollo o desaparición desvelan muy a menudo fenómenos atmosféricos encubiertos, pero también curiosos e interesantes.
Hasta el siglo pasado, la observación de un cielo repleto de nubes constituía una de las fuentes de información más relevantes para prever el tiempo atmosférico. El uso de ordenadores y de imágenes obtenidas por satélite ha favorecido que muchos contemporáneos nuestros desconozcan el significado de las formaciones nubosas y de todo lo que comunican. Y eso es una lástima, porque la interpretación correcta de las formaciones nubosas y su evolución permiten hoy día emitir u buen parte meteorológico a escala local y establecer una previsión bastante segura para las próximas horas. Por tanto este conocimiento no solo resulta interesante, sino también valioso.
Esto es lo que pretende aportar el concimiento de la identificación de nubes.

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